27.5.12

El Placer es Mío.

A ver a ver. Medio Terrón de azucar up, "media pila", que si no pareciera que mi vida interna liada de pensamientos se detiene cuando el dolor para. Que estúpida contradicción sería esa de mi parte.

Está bien que pensar, escribir, leer, es tomarse el doble trabajo de volver sobre la vida que vivimos. Quizá algunos vivan sus vidas sin leerlas ni escribirlas. No creo que sea más satisfactorio así existir, ni más liviano.
Más bien, no voy a olvidar lo insoportable que resulta la levedad. La insoportable levedad del ser... Y no lo dije yo, lo dijo mi muy preciado amigo Milan.
Al final siempre se trata de equilibrios. El fin de la vida misma sea cual fuese es el fin del equilibrio. Pero eso por si solo no define nada, se trata de QUE equilibrio estamos hablando. Ying, Yang? Negro, Blanco. Instinto de vida e instinto de muerte, Amarillo y Verde (Artaud), luz y pudedumbre, y azucar y amargo y que para disfrutar del estar en la cima de una montaña antes hay que haber pasado por lo profundo de un pantano. Bla bla bla, en fin...

Aquí estamos. Hola vida, no te entiendo, no sé cual es el fin de todo, no lo sabre, no sé si sos gris, rosa o marrón caca, pero Ey! Es un placer vivirte.


10.5.12

En mi mochila tengo un libro escrito en francés, que cuenta sobre Edipo
Y sobre Yocasta. Y no sé que más dice, porque yo no entiendo el francés.
No es mío el libro, lo compré para un fantasma sin saber que era un fantasma.
Para que me cuente, para que me lea,
lo que ahora ya no vamos a saber qué dice.
Tengo en el fondo de un cajón una cajita musical,
con dientecitos de acero y un cilindro de metal en el centro,
sostenido a través de un extraño mecanismo diminuto que da a una diminuta manijita,
que la manijita lleva en la punta una esfera roja que podes tomar con los dedos,
y girar, y entonces nace música hermosa, nace parís en melodía, nace la vie en rose.
No es mía la cajita, cuando la vi ya no era mía,
es de un fantasma a quien yo no sabía fantasma, pero ya no está.
Tengo una mesa llena de fichas, de fotografías, de recuerdos,
tengo la síntesis hecha y casi terminada, pero nunca la voy a terminar, pero no importa.
Tengo las cosas buenas, tengo las cosas felices, tengo todo lo que fuí y dejé de ser y qué genial,
tengo memoria de amar mi cuerpo!!! gracias a ella,
de amar la lluvia, de amar la gran ciudad,
de amar mi cuerpo! y qué genial.
Cine oriental, omelettes con arvejas,
un trozo de página de Crimen y Castigo,
la remera de nothing hill,
Cass, Dream Come True, bla bla love.
Tengo los momentos de mierda,
tengo los olvidos, tengo las mentiras que fueron todos los silencios.
Tengo un trozo de servilleta en el que alguien escribía que me amaría para siempre, 
cliché tonto que yo creía, que qué lindo fue creer aún sabiendo que no era cierto.
Un libro de Edgar Allan Poe que en la puerta de entrada cuenta sobre mis hijos,
los hijos fantasmáticos que nunca tuve, la gata que desapareció casi al mismo tiempo,
la gata que aparece en mis sueños cuando sueño con los muertos.
Guardo la pelotita de hule de millones de colores,
(el cepillo de dientes de más que ya voló al basurero hace tiempo)
Un poema a medio terminar en mi escritorio,
de nunca estar solas? de nunca partir?
Algo así decía el cuento, no sé, ya no leo ese poema.
Tengo el día que lloré por algo que lastimaba a la persona que me abrazaba mientras lloraba que aún así me abrazaba mientras yo lloraba. Wau.
Tengo la conciencia de haber cometido errores, de haber trasncripto mil veces lo mismos fallados renglones.
Conciencia de mis caprichos, de lo que distorcioné, de lo que alargué, de lo que quebré.
De no haber sido entera, de no ser perfecta, de haber faltado, de haber muerto.
De dos años calendario que, juro, parecieron mucho menos.
La pancita de tiburón, el retrato del beso, los amantes sobre la ciudad,
el que sé que en otro país de otro cuerpo ya están siendo escritas notas que fantasean el amor eterno.
Mi cuerpo que nunca termino de ser su cuerpo pero que qué bien lo anhelaba.

Tengo todo esto pero nada de esto es completamente mío, ni tuyo.
Cuando hablo de esto ya no hablo de ella,
cuando pienso en ella ya no pienso en ella,
cuando la cruzo por la calle del brazo de quien sea,
ya no es ella. no es ella. y no sé si alguna vez lo fue.
Pero no es ella. 
Y realmente no importa, de verdad, no importa,
porque el amor que yo conocí lo tengo conmigo, aunque no sea mío,
porque jamás conocí amor como ese, 
porque a nadie amaré de esa forma extraña y siempre nueva,
forma de mierda, forma de amor.
Porque jamás dudaría de que fue.
De que fue. Amor.
Y con amor es lo último que digo,
Mi amor fantasma.
Adios mi amor.

7.5.12

Toma la puerta de salida del bar, para cerrar, porque a veces cerrar es quedarse del otro lado. E irse, y chau. Que queda atrás? Se pregunta. Lo que queda atrás es la pared de afuera en la que recuesta su espalda. Es un muro firme en que se apoya, para no caer. "Un muro", se dice, "es algo".
"Que queda atrás?. A quien le importa" Se dice.
No importa en verdad. Porque se mantiene el tiempo suficiente recostada contra el muro de aquel bar. Y se levanta, y vuelve, y se va, y vuelve al muro.
Y entonces a los 20 minutos salen todos corriendo, apestando a gas venenoso, tapándose la boca con las mangas y los cuellos, y Vera los mira, los ve correr, los ve quedarse a fuera. Y en su nariz no hay veneno, no hay humos, porque Vera atinó a partir.

Pero no atinó a levantarse a tiempo del muro porque allí parada los ve salir, de los brazos, de las manos.
Y no mira, pero ve todo. Y ya el muro no sostiene nada pero Vera no se cae.
Luego de refregar sus trapos contra la pared, tan solo se suspende, y se camina, y atraviesa a la gente, y llega la esquina, y antes de irse (hecho verídico) se da vuelta para no ver una vez más.
Y la encuentra Vera mirando, y halla sus ojos siguiendo sus pasos.
Arruga la cara, fracciona la boca en tres pedazos, y vuelve la cabeza, y vuelve a caminar.
Chau Vera, a llorar, pero chau;

6.5.12

A donde voy escucho voces,
voces de gente,
gente, me hablan,
me hablan de lo pendeja,
de lo pendeja tonta que sos.

Ya casi termino de convencerme
de que la persona que yo ame,
se murió en algún cañón de colorado.
No, ya es una certeza.

Pesquiso tus montajes de escenas
y no tardo en retirarme del show
Ka-ra-O-ke
Yo me voy me voy.

Al menos yo aprendí cuando debo partir.

Así que entonces, es ella?
aquella tu futura ex,
Aaah si. genial
No puedo parar de reír.
Karaoke.

Tus ojos me buscan?
Ah, mira que bien.
A mi me recuerdan,
tan solo me recuerdan,
a alguien que se fue.



3.5.12

Por ojos un par de arbejas,
debo decir que la canción que escucha recorre su cuerpo ... mejor no digo nada
A veces dejar el cuello caer pareciera la peor manera
y se pregunta,
"¿Acaso da la cordura para mantener la cabeza en alto?"

Sin embargo se levanta de la cama con un gusto amargo,
después de dar da vueltas media hora, cuarenta minutos
grita una canción.
grita otra más.
y bebe un baño de un sorbo.

Abre las puertas.

El cielo es azul con crema,
el frío le besa los dedos,
y casi sin darse cuenta,
está vivo.

Vida.
Es lo que siente en la carne a lo largo del día.

Caminando por un borde cordón,
con la piel abierta como una flor,
del frío del viento,
al regazo de la luz,
de las tinieblas hasta el más allá, hasta el infinito,
y de vuelta acá.

Un detalle,
esencial,
inefable,
infinito.