Porque con tener esos segundos en mi vida estoy satisfecha, no necesito expresarlos, ni profundizarlos (y podría hacerlo mucho más de lo que ya lo hago, believe-me), ni menos que menos contarlos. Llevar el secreto que llevo en las pupilas basta para que no quiera descargarlo por ningún medio. Solo por esta vez, que se quede siempre en mí.
30.6.08
En las Pupilas
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