22.7.12

Nunca faltamos los que sobramos.
("Nunca falta el que sobra", Miguelito, de Quino)
Sobrando? Yo no sobro. Sobre mi no oíras, nada, yo no estoy.
Silencio, ¿antídoto de males?
Más bien.. silencio, aliado de la locura.

Entra al bar, no me saluda, cual si no existiera...
no sobro, ni estoy.
Pero, segundo, hay un detalle: si estoy.
Lo quieras o no...
Por más que yo no diga nada,
ni emita suspiro,
ni estire las manos para romper el telón,
aquí estoy, y sé que hueles mi presencia.

Sé que tu novia tiembla por mi existencia,
se le nota en los ojos de tipa buena y siervo del señor,
no soporta mi linda cara de ser completo.
mi linda cara de tipa sin males,
ni problema ni locura ni lamentos ni errores.
se le noota...

Se le nota la tontera a kilometros...
que teme y sufre jugando con una imagen equivocada de mi.
Porque de mi no sabe nada
(claramente)
y gracias a que no sabe, juega.

y se divierte,
y goza, fantaseando..
que yo soy alguien completo.
Porque no importa quien lo tenga,
mientras lo tenga alguien.

Alguien tendrá eso que vos tampoco tenes pero que esperas de otra persona,
alguien lo tiene aunque ni ella ni vos lo tengan.

Yo la envidio un poco,
no por ser tu novia,
por eso le tengo un poco de pena,
sino porque desconoce que nadie tiene nada.
desconoce que yo estoy, no solo incompleta, sino incompletisima,
y que a vos y a tu sindrome egoista...
también les hace falta bastante.

Bendita ignorancia de aquellos que rehuyen la soledad que pesa sobre la verdad.
Benditos aquellos siervos,
pues yo no tengo remedio.

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