Soy un espiral continuo que vuelve a mi.
Parto de mi mente y regreso a mi cuerpo,
y en mi cuerpo me siento,
me magullo, me traspaso.
No sé si partir de mi mente,
quizá solo parto de mi cuerpo,
y en mi cuerpo tan solo me quedo.
Estoy peor de lo que pensaba,
porque sea lo que sea,
soy un espiral...
Y no cabo en ninguna parte,
ni convierto nada en aromas,
papeles.
Colores.
Soy inútil, podríamos decir..
Soy más inútil aún porqué sé que tengo potencia de algo,
de muchísimas cosas.
Pero no puedo, y de capacidad hablo,
fluir a ellas.
Soy un verdadero caso..
Espiral, y depresivo.
Entre mi y mi y mi, y nada finalmente,
no cabe ni una gota de vida.
Y para colmo, escucho The Wall de Pink Floyd.
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