Y es que te veo y no quiero abandonarte, sería como matarte y eso sencillamente significaría matar parte de mí, mis recuerdos, mis vivencias, mis tristezas, mis alegrías, mis llantos, mis sonrisas, esperanzas, desilusiones, demostraciones de amor a la vida, intentos de cartas suicidas... y más, mucho más. Y no, no puedo, como verás sería un acto atroz, una catástrofe al amor propio que me tengo y sobretodo ahora que estoy procurando amarme un poco más todos los días.
Así que bueno, querido espacio personal, no puedo abandonarte, no voy a abandonarte. Ya sé que sos solamente un objeto virtual sin vida, el asunto es que la vida ya te la fui dando yo y quitártela ahora no puedo. Al fin al cabo te veo y no sos más que un reflejo más o menos exacto de mí, y pobre de vos pero que se le va a hacer.
Dejemos lo en un nos seguiremos viendo.
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