16.11.09

Confieso que he caido

Hace dos días hubiera dicho que estaba a pasos, a centímetros de tirarme al abismo, hace dos días tal vez tenía alguna mínima opción de darle la espalda, para buscar tal vez otra fuente que tuviera un cuarto de toda la energía que ese ciego y gigante abismo constituye. Pero no pude resistir el vértigo, estoy cayendo. Y se siente taaaan bien que podría caer mil veces más.

En vos, en tus ojos, en… el abismo sublime que se abrió ante mí, de la nada, sin llamarlo. Quien te manda? Pero quieeen te manda a sembrar este camino lleno de aromas tan deliciosos justo a mi lado? Como pretendías que me resistiera? Y ahora que estás haciendo? Adonde me llevas? Está bien, no importa, no digas nada. Me gusta cuando tus respuestas son un silencio que no oculta nada, de a poco no oculta nada. Llevame a donde quieras, llevanos a donde sea, pero nunca sueltes mi mano.

Confieso que confió en vos con los ojos cerrados (para sentir mejor los olores que vienen de tu pelo, de tu piel), que puedo dormir tranquila y plenamente y soñar con amargura que no te veo si al despertarme obtengo el alivio de encontrarte a mi lado. Confieso que he caído. Y sabés qué? En este momento no tengo más miedos.

Lo único, lo uuuunico que tengo, son una ganas terribles de abrazarte todo el día.

2 comentarios:

María Virginia Costa dijo...

Qué lindo cae así; qué lindas las caidas que terminan en un colchón de sensaciones.

Me gusta este espacio. Saludos :)

toxiccolors dijo...

te quiero male. me alegro que caigas bien.