7.5.12

Toma la puerta de salida del bar, para cerrar, porque a veces cerrar es quedarse del otro lado. E irse, y chau. Que queda atrás? Se pregunta. Lo que queda atrás es la pared de afuera en la que recuesta su espalda. Es un muro firme en que se apoya, para no caer. "Un muro", se dice, "es algo".
"Que queda atrás?. A quien le importa" Se dice.
No importa en verdad. Porque se mantiene el tiempo suficiente recostada contra el muro de aquel bar. Y se levanta, y vuelve, y se va, y vuelve al muro.
Y entonces a los 20 minutos salen todos corriendo, apestando a gas venenoso, tapándose la boca con las mangas y los cuellos, y Vera los mira, los ve correr, los ve quedarse a fuera. Y en su nariz no hay veneno, no hay humos, porque Vera atinó a partir.

Pero no atinó a levantarse a tiempo del muro porque allí parada los ve salir, de los brazos, de las manos.
Y no mira, pero ve todo. Y ya el muro no sostiene nada pero Vera no se cae.
Luego de refregar sus trapos contra la pared, tan solo se suspende, y se camina, y atraviesa a la gente, y llega la esquina, y antes de irse (hecho verídico) se da vuelta para no ver una vez más.
Y la encuentra Vera mirando, y halla sus ojos siguiendo sus pasos.
Arruga la cara, fracciona la boca en tres pedazos, y vuelve la cabeza, y vuelve a caminar.
Chau Vera, a llorar, pero chau;

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