La asunción de mi Papel.

Y con asco puro,
profunda repugnancia
emergiendo del centro de sus entrañas,
me escupió la cara.

Y al hacerlo frunció la boca y me sonrió
Y anodada yo fui testigo de esa sonrisa
Sorprendida pues la sonrisa,
era la misma sonrisa que al amarme entre caricias,
esbozaba con extasiada ternura.

Cuanto líquido maléfico corre por su interior,
líquito pastozo quemandome ahora la cara.
Lo siniestro es hallar algo que no debía estar en donde ahora lo encuentro.
Lo siniestro es ese, tu veneno,
vestido en tu sonrisa,
mutando como flores,
del asco al deseo.

Es entonces tu goce?
El quemar viva mi piel,
ya sea con veneno..
ya sea con las caricias de miel.
Pues mi goce encontrar,
en tu saliva entonces es,
la asunción de mi papel.