7.2.12

La Genésis de la Locura. Parte I.

Estaré rayando el margen de la locura? Aveces lo temo así.
Recreo incesantemente en mi mente, charlas que nunca existieron,
que seguramente nunca existan.

Te hablo de mi dolor, te hablo de mi pena, te cuento de mi decepción, de mi agobio, de mi esperanza.

Te hablo. Pero del otro lado no hay respuesta.
Solamente persiste una singular seguridad, insoportable!
de que vos no me hablas a mi.

Estaré quedando loca?
No lo sé.
Quizá lo único que sepa sea que, por mucho que lo intente,
no puedo dejarte ir.

Claro que vos ni j,
irte, no irte,
nunca dependió de mi.
Pero qué pasa? Qué pasa conmigo que no puedo evitar el repetirme, infinitamente, en el mismo calvario, en la misma prisión de mi descontento?

Todos felices. Todos felices.
Yo no estoy feliz.
Feliz soy, pues feliz trato de vivir, pero yo no estoy feliz.
Me hace feliz el vivir feliz?
Seguramente no.
No estoy feliz.

Las conversaciones.
Las mismas conversaciones.
El mismo comienzo, el mismo argumento,
el Nunca un final. Eso es lo peor.

Serán acaso voces dentro de mi cabeza?
No, porque todo lo que oigo es mi propia voz.
Pero ya, ya recuerdo que era lo que me hizo dudar desde un comienzo de esta supuesta cordura.
Cada detalle, cada gesto que emitiste cuando todavía estabas por aca.
Por supuesto, cada detalle que vivencie las pocas veces que me concediste el placer de acompañarme al cine, de cenar conmigo, de charlar.
Para después irte, sin batería, sin señal.
(Qué amargo es esto, que asquerosa neurótica soy, no puedo ahora disfrutar de su recuerdo, y en parte te envidio.
Te envidio si. Porque no dudo de que vos disfrutas recordando, mientras sufro yo)

En fin, cada detalle,
se vuelve un signo,
de algo que quisiste decir,
de algo que pensabas,
de todo lo que pudo significar para vos el estar conmigo.
No es acaso eso la locura?

Es más, por supuesto que mi interpretación,
no tiene nada de agradable.
Todo me habla de tu desamor, de tu neutralidad.
Todo me dice que si me extrañas, es por comodidad.
Si me querés, es por pena.
Me QUERES?
Ahí te odio.
No ves que loca estoy?

Estas cosas pasan cuando uno habla por tanto tiempo solo.
Los mensajes que me envió, las respuestas que me doy,
casi ninguno ni ninguna es agradable.
Debo agradecerme un poco, que algunas agradables hay.
Y ahí te amo. Y me olvido.

Estoy loca.
Pero al fin y al cabo,
la que sufre este comienzo de demencia,
la que sufrirá su final,
seré yo.

Y lo peor de todo ello,
Es que esta conversación jamás.
Jamás tendrá final.

No hay comentarios: