25.4.12

"A Freud, al parecer, no le gustaba el teléfono, a él que le gustaba, sin embargo, escuchar. ¿Tal vez sentía, preveía, que el teléfono es siempre una cacofonía, y que lo que deja pasar es la mala voz, la falsa comunicación? A través del teléfono, sin duda, se intenta negar la separación; pero el cable del télefono no es un buen objeto transicional, no es un cordel inerte; está cargado de un sentido que no es el de la unión, sino el de la distancia: voz amada, fatigada, escuchada por teléfono: es el fading en toda su angustia"

Voz distante. No muero oyéndola. No busco oírla, y si llega llegará. Y si mi oreja se posa se posará.
Pero, no sé, cómo explicarlo, no cambiaría nada.
"Me abstengo de amarte"

"Nada más desgarrador que una voz amada fatigada: voz extenuada, rarificada, exangüe, podría decirse, voz del fin del mundo, que va a sumergirse muy lejos en aguas frías: esta a punto de desaparecer, como el ser fatigado está a punto de morir: la fatiga es el infinito mismo: lo que no termina de acabar. Esta voz breve, escasa, casi grosera a fuerza de rareza, este casi nada de la voz amada y distante, deviene en mí un corcho monstruoso, como si un cirujano me hundiera un tapón de algodón de la cabeza."

Ausencia de la imagen del otro.

"Como un espejismo triste el otro se aleja, se transporta al infinito y yo me consumo esperándolo"

Consumirme, cada vez menos. Atravesaré esa imagen, la haré añicos, no es real.
Los espejos! Rompanse! Seré yo un espejo; En el que una imagen se posa y el espejo responde pero sin capturar. No capturaré nada pero el espíritu de las cosas se llenará de mi, me llenaré de espíritu de lo otro sin ser dueña de nada, sin apresarme en nada. Sin querer-asir, solo hacer.
-Táo-

Esa por quien lloras ya no es. "No te angusties, ya lo has perdido"
Jamás fue de nadie.


Fading.
Siento que me balanceo en una calma extraña, que una paz irreconocible empapa hasta en mis dedos.


Letras vivas de Barthes, que ya escribió todo antes de que yo lo piense.

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